La hija


En esta época, es más fácil conversar con algunas personas. Ayer, volvía a la casa y me quedé conversando con mi vecina y con su perro. Bueno, con su perro, no pude conversar, porque él no sabe hablar; pero sí puede comunicar lo que quiere. Al perro sólo le interesa que le tire piedras, lo que lamentablemente, no pude hacer más que dos o tres veces, porque mi vecina me dijo que mejor no lo hiciera, porque está tratando de que el can deje esta costumbre.

Mi vecina me contó una historia que, al comienzo, me entristeció y, en general, creo que es una historia muy triste, que, en este caso, y según mi vecina, terminó bien. Pero me imagino que hay muchos casos en que no termina bien.

Uno de sus hijos tenía una novia con la que, en algún momento, terminó. Lo que él no sabía, al acabar su relación, es que ella estaba embarazada. Al cabo de algunos meses, ella tuvo su bebé. Hasta donde yo entendí, lo tuvo durante algún tiempo con ella. Pero, al cabo de algunos meses, ella conoció a otro hombre joven y decidió ir a dejar a su hija a las autoridades que se encargan de los niños...
Esta oficina, entregó a la niña a una buena familia que la cuidaría. Hasta donde yo entendí, no era para darla en adopción, sino sólo para que la cuidaran. Lo que se llama en alemán, una Pflegefamilie. Con el tiempo, el hijo supo que tenía una hija y que había sido entregada a una familia para que la cuide. Él -y sobre todo su mamá, mi vecina- investigaron hasta dar con la niña. Esto es, hasta que la oficina de la ciudad les informó lo que había pasado.
El test de paternidad fue positivo, así que no cabía duda: era su hija. El papá luchó porque se la entregaran. Supongo que, en esa época, aún estaba estudiando. Así que el estado no se la pasó. Al parecer, la familia que la cuidaba era una familia muy buena, según me comentó mi vecina. De manera que, dentro de todo, podían estas contentos de que la chica estuviera con esa familia.
La acitud de la novia es absolutamente reprobable. No contar a un papá de su hija y después entregarla a las autoridades bajo el pretexto de ser hija de un one night stand es altamente reprobable. Ella lo declaró ante las autoridades de la ciudad: no sé quién es el padre, fue una persona que conocí, pasó todo en una noche y después no nos vimos más. El papá tiene derecho a saber que es padre. Él tiene tanta responsabilidad como la mamá, no reconocerlo es vivir aún en una sociedad arcaica y patriarcal.
El hijo se casó y tiene dos niños chicos (5 años uno y el otro, se ve menor). Sigue teniendo contacto con su hija que, me dice mi vecina, es una chica muy linda. Ahora ya tiene 16 años y está -según me cuenta mi vecina- en una edad muy difícil. Ya sele pasará...

No es lo ideal, pero es una historia que terminó bien. La vida da muchas vueltas y los senderos rectos, los caminos derechos, las sendas lineales son muy escasas. La vida tiene tantos recovecos como curvas tiene el camino.

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