Somos cazadores y cazadoras

En estos aciagos días de la epidemia o más bien, de la pandemia del virus corona que se expande peligrosamente por el mundo, nos hemos vuelto cazadores y recolectores, en un retroceso histórico sin precedentes. Sí, hasta yo me levanto temprano y salgo a cazar. No cazo jabalíes, ni mamuts, sino que papel higiénico. Tampoco sé qué día es, porque todos los días son iguales.  

Hay que observar de qué droguería o de qué supermercado sale la gente con paquetes de papel. En Alemania, compramos el papel para el baño en paquetes de plástico, con 10, 12, 20 ó 24 unidades. De dos, tres o cuatro capas. Si no se puede ver qué lleva la gente, por ejemplo, porque sale con grandes bolsas no transparentes, puedes preguntar a alguien que se vea con cara simpática, si encontró papel o no en ese supermercado. O sea, cómo le fue en la caza.
Pero cuidado: demasiada gente anda muy irritable en estos días, y puede morder. No todos quieren participar en la inteligencia colectiva y ayudar a los demás. Además, hay muchos lobos esteparios que no quieren nada con los demás. Estos son los más felices en época del social distancing.
A propósito de inteligencia colectiva, sería buenísimo crear una aplicación para saber dónde hay papel. Hasta ahora, nos avisamos las amigas y los amigos por mensaje en el celular[1]; pero una app tendría, sin duda, mucho éxito. Tal vez, incluso participarían en él los menos sociables, los que no tienen amigos. Se podría implementar de tal manera, que tú recibieras información, sólo si das información.
En tiempos de corona, hay que ponerse en la cola para entrar al supermercado… No, miento: primero hay que buscar un carrito para las compras, que ahora son “obligatorios”. Con eso, los supermercados y droguerías también ganan, ya que, la gente echa más al carrito. La obligación de entrar con carro al supermercado o droguería, dicen que es para que la gente guarde la distancia y no se acerque demasiado a los demás… La explicación no me convence… En ese caso, habría que llevar, al menos cuatro carritos.

Ayer, me puse en la cola, sin carrito y menos mal que el chico (debe haber sido estudiante) me dijo que que conservaría mi lugar, pero que buscara un carro, gracias Bro. Nadie reclamó, menos que nadie la musulmana joven que estaba detrás mío y que me podría haber quitado el lugar; pero no lo hizo, gracias sister. En el intertanto, trató de colarse un jubilado, que son de lo más frescos que hay.

Cuando entramos, vi el papel para la cocina; pero no vi el papel higiénico. Perdí tiempo dando una vuelta por todo el supermercado. Pregunté a un anciano con mascarilla que llevaba un paquete de papel en su carrito de compras y me dijo, está al lado de las cajas, al lado izquierdo. Caminé hacia las cajas y seguía sin ver el papel. De pronto, vi a mi lado a la musulmana (sé que es musulmana por el velo) con un paquete de papel y le pregunté dónde estaba, me dijo: ahí…

Debo estar medio ciega... Si fuera un predador, diría que me falló el olfato. O la vista, o las dos cosas. El papel estaba al lado de las servilletas desechables para la cocina (toalla Nova, le llamamos en Chile) y… Y no lo había visto. Si fuera una mamá loba, mis cachorros se habrían quedado sin presa. Pero, como somos humanos, somos solidarios y tanto el anciano, como la musulmana, me ayudaron a encontrar el papel.
Se puede llevar sólo un paquete de papel. En un comienzo de la crisis, eran dos paquetes. De manera que los cazadores y las cazadoras no somos competencia para los otros si ya tenemos un paquete de papel. Si no lo tenemos aún, obvio que somos competencia. Por eso, es recomendable preguntar a personas con papel.
Al salir del supermercado, la musulmana y yo nos miramos, y ella me dijo sonriendo: “nos llevamos los dos últimos paquetes”. La solidaridad no sólo es previa a la caza, la solidaridad de la sonrisa también existe post caza entre las cazadoras.

Después de más de una semana -creo que fueron diez días- por fin encontré nuevamente papel para el baño. Lo que comuniqué rápidamente por whatsapp e incluso puse una foto del carrito con mi cartera y el papel en mi status. La mamá loba encontró una presa que puede llevar a su guarida, para sus cachorros. No soy tan mala cazadora: logro una presa por semana y perfecciono mi técnica día a día.


[1] Como les conté aquí: El papel para el baño no se come

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