"Mira lo que pasa en Italia"

Una amiga me dice ayer: “mira la cantidad de muertos en Nueva York”. Otra me cuenta esta mañana, acerca de un matrimonio conocidos suyos que acaban de fallecer en Italia. Entre tanto, una cuenta de extrema izquierda se complace en informarnos desde Chile que falleció Onofre Jarpa. Una de las cosas más horribles que hay es alegrarse de la muerte de otra persona; pero para “jóvenes idealistas” chilenos, educados en el odio, parece que esta norma esencial de humanidad, parece que no rige. Tampoco sé si sus papás están conscientes de lo que hacen sus retoños o simplemente no lo saben o están de acuerdo con ellos.

Pienso que, cuando se toma medidas concretas en un determinado país, como Alemania, hay que tener presente la situación de Alemania y no la de Nueva York, ni la de Italia ni la de Chile. Las medidas de restricción de la libertad y de los derechos fundamentales han sido adoptadas de acuerdo a una ley (la de enfermedades infecciosas) a la que se ha dado una interpretación sumamente amplia y de dudosa constitucionalidad.
La ley fue establecida para casos concretos de personas “infectadas”, a las cuales se las puede recluir en un lugar determinado. Por ej., en un avión o en un bus. Pero la ley no fue creada para recluir a millones de personas en sus casas, ni tampoco para prohibir a personas (normalmente sanas) reunirse o contactar a otras en público. Pese a ello, la interpretación de la ley que ha hecho el gobierno federal y los gobiernos estaduales, ha sido mayoritariamente acatada por la población.
Considero que las medidas se adoptan en cada país son las apropiadas para cada país y que el pseudo-argumento “mira lo que pasa en Italia”, no es una justificación válida para respaldar medidas que adopte el gobierno alemán. Las medidas para hacer frente a la pandemia tienen que ser tomadas considerando la situación concreta de cada país, y hacerlo de acuerdo a su legislación. Después de todo, corona o no corona, vivimos en un estado de derecho. 

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