Gente en piyama


Pero no sólo hay hombres con barba, nunca antes había visto tanta gente en piyama en la calle. No, no es que salgan a pasear en piyama, tampoco voy a exagerar. Al menos, no dode yo vivo.

Pero hay gente que sale de su casa en piyama, al jardín, a limpiar la ventanas o el jardín, a botar la basura, a buscar el correo o quién sabe a qué. Y esto es algo que, en circunstancias normales -sin corona- no se ve.

Lo atribuyo a que mucha gente pasa todo el día en la casa, ya sea trabajando o no haciendo nada. Muchos se quedan en la casa por temor, por miedo al virus. Y entonces, cuando estás todo el día y todos los días en la casa, tampoco necesitas vestirte. No hay diferencia ni entre el día y la noche, ni tampoco entre el lune, el martes, el miércoles o el domingo.

O, como dice un amigo: en corona, todos los días con como el domingo. En otras palabras, los días se han convertido en una sucesión ininterminable de domingos.

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