Segundo día por la mañana

Una de las entrenadoras de mi fitness studio -con la que ayer intercambiamos números de teléfono- me contó algo que me entristeció prefundamente. Ella es mamá sin marido de cuatro niños, los dos menores son muy pequeños. El domingo, sus dos más chicos fueron a jugar al parque de juegos que queda al lado de su casa. Y volvieron asustados contándole a su mamá que vecinos les habían gritado que se fueran de los juegos, porque ponían en peligro la vida de todos… Aló Moscú! ¿Por jugar en un parque de juegos, ponen en peligro la vida de los demás?
Esta mañana desperté a eso de las 7 y encendí instintivamente la radio. Justo cuando entrevistaban a nuestro ministro de salud (Laumann) y dijo claramente que en nuestro estado los parques de juego permanecerían abiertos[1], porque no se puede dejar encerrados a los niños. Creo que le enviaré a mi entrenadora el link a la entrevista por whatsapp. El periodista hace ver que el mismo ministro de salud y el ministro de la familia (Stamp) dijeron en conferencia de prensa que era imposible mantener a los niños encerrados sin salir alos parques de juego, sobre todo en las ciudades. Laumann lo confirma esa opinión y explica  al periodista que hay que imaginarse qué vida tendrían las familias cuyos hijos no pueden salir a jugar afuera, al aire libre. Aparte de que, como escribí ayer, el aire libre fortalece el sistema inmunológico.
El domingo, un amigo que trabaja en Francia no sabía si lo dejarían entrar o no, porque Francia había tenido la brillante idea de cerrar las fronteras. Lo curioso es que Alemania tiene mucho menos enfermos que Alsacia que es considerado un hotspot. De Alsacia es desde donde no debería salir gente, si seguimos esta lógica de encerrarse. Mi amigo entró a Francia.
Ayer, entrevistaron a Barley la ex-ministra de justicia y hoy parlamentaria europea y señaló que ella estaba en contra de la medida de cierre de fronteras nacionales. Tiene toda la razón: los hotspot virales son ciudades o son pueblos; pero no son países enteros. En Europa, el virus no se detiene sólo porque haya un guardia fronterizo que no deja pasar a la gente. Sobre todo porque quienes trabajan “al otro lado”, sí pueden pasar y tarde o temprano, el virus pasará con ellos. Después de todo, el 70% de la población será infectado con el virus.
Que cerrar las fronteras poco sirve, lo muestra el caso de Italia el gobierno (populista) canceló todos los vuelos desde China y miren lo que pasó, desde Italia: la epidemia se ha expandido por toda Europa. El problema de Italia es que el sistema de salud parece que no es de lo mejor, no tiene suficientes camas, ni suficientes aparatos respiratorios y nadie se preocupó de comprar máscaras, ni equipo para aislar a los pacientes y para que los médicos y personal médico se protejan.
Esta mañana, leo en Instagram que la gripe generalmente afecta a gente joven. Y el autor del comentario -alemán joven- se pregunta si la gente está consciente de ello. Hay un mensaje que el autor no escribe expresamente, en el sentido que hoy, hay tanta preocupación y tantas medidas dracónicas porque el virus afecta a la gente mayor y cuando una epidemia afecta también a los jóvenes, eso no importa tanto. Evidentemente que hay que proteger a los abuelitos y a las abuelitas. De partida, yo nunca permití que los niños fueran a ver a los abuelitos cuando ellos estaban enfermos, eso es obvio. Hace dos años, en el país murieron sólo en el invierno 25 mil personas sólo por la epidemia de influenza. Entre paréntesis yo también fui una de sus víctimas y pasé una semana en cama.
Acaba de pasar el cartero y de echar el correo al buzón, voy a ver qué cartas interesantes llegaron hoy… Aunque, en realidad, hace años que sólo recibimos cuentas y propaganda. Los mensajes interesantes hoy llegan por vía digital.

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